A los 23 años, Guillermo Lazzetera jugará su último partido para San Albano por una insuficiencia cardiaca. “Ganará el que menos se equivoque”, analiza el tercera línea sobre la final de la Reubicación del Grupo I ante Regatas. |
La última tarde de rugby en Corimayo tuvo un atractivo diferente. Poco importó el cierre de la Reubicación para San Albano, que terminó con victoria 41-38 que además aseguró el primer puesto en la tabla de posiciones. Todos los presentes brindaron un emotivo homenaje a Guillermo Lazzetera, tercera línea que se despedirá del rugby a los 23 años el próximo sábado ante Regatas de Bella Vista. -¿Cómo resultaron los exámenes? -Después de varias visitas con distintos médicos, me comunicaron que tenía una insuficiencia moderada y que la única forma que empeorara era con el esfuerzo. Por lo tanto, tenía que dejar de jugar porque sino me tendría que operar en unos pocos años. Eso fue en julio más o menos. -¿Cómo te tomaste aquella noticia? -Al principio, tenía mucho miedo. Después, una tristeza increíble, más que nada por lo que se vive en San Albano, ser parte del grupo y por un montón de cosas que transmite este club. -Si, pero lo conseguí gracias a mis amigos y a mi familia. Lo ideal hubiese sido que dejara de jugar en ese momento, pero la verdad que quería terminar este año. Igual, me aclararon que no me podía agarrar muerte súbita en la cancha ni una patología de ese tipo. Ahora puedo hacer actividades recreativas, como jugar al fútbol una vez por semana. Llevaré una vida muy relajada (sonríe). Conocido por su sacrificio y ganas para jugar, Guille recibió un merecido homenaje de parte del Plantel Superior y el público presente en Corimayo. Fue ovacionado en la entrada del equipo a la cancha Nº1; la tribuna estalló en aplausos y gritos cuando apoyó su try, producto de una combinación con Bruno Bravo, su hermano adentro y fuera de la cancha; recibió otro reconocimiento cuando fue reemplazado y se despidió atravesando el pasillo improvisado entre jugadores, colaboradores, amigos y familiares. “Fue un poco exagerado (risas). Eso demuestra que este club es increíble”, dice, visiblemente emocionado. -¿Qué significa para vos San Albano? -Es mi vida., es todo. Es un disfrute constante que no se puede describir con palabras. Hay que vivirlo. -Sería muy lindo. Pero es un rival muy difícil que nos ganó muy bien cuando jugamos allá (NdeR: ganaron los de Bella Vista 25-16). Ganará el que menos se equivoque. -¿Cómo seguirá tu vida? -Voy a tratar de estudiar un poco, que vengo flojo con la facultad (estudia Administración de Empresas) y agarraré alguna división de Juveniles. No hay que desligarse nunca del club, de alguna manera voy a colaborar. Además, no falto a un partido desde los 12 años. -¿Qué mensaje le dejarías a tus compañeros? -Se los dije el jueves al final del entrenamiento y el sábado después del partido. Uno nunca sabe cuando va a dejar de jugar, y por eso hay que aprovechar todos los días. En el equipo que nos toque, hay que dar el máximo siempre porque uno después se arrepiente de lo que no hace o deja de hacer. |
Credito: A Pleno Rugby
No hay comentarios:
Publicar un comentario